La hermosa ciudad, que por sus restos artísticos y arquitectónicos se ha llamado “la Perla del '500”, todavía conserva intacta su belleza.
Subiendo por los empinada borgos, los visitantes podrán descubrir hermosos palacios e iglesias, donde los más grandes arquitectos del Renacimiento transfundieron su arte sin igual.
Para ver: la espléndida Piazza Grande, la Catedral de la fachada incompleta y el Ayuntamiento, todos alrededor de palacios del Renacimiento. En el valle debajo del pueblo, en un panorama inolvidable, resalta el elegante Templo de San Biagio.
El museo contiene una valiosa colección de pintores sieneses.
Montepulciano es también un animado centro de la actividad cultural: entre los eventos más populares están el "Cantiere Internazionale d'Arte", la representación popular del "Bruscello", la "Exposición de artesanías Interprovincial", en la Forteza de los Medici, que exhibe las mejores obras de artistas Toscani, "El Bravio delle Botti", carrera por las calles de la ciudad en la que cada “contrada” (pequeño distrito) está tratando de superar a la competencia empujando un barril hacia arriba por los caminos empinados de la colina.
Notable es, por último, el prestigio del vino de Montepulciano: el Rosso Doc (de origen controlado), pero sobre todo el Nobile, el vino italiano primero en recibir la certificación DOCG (de origen controlado y garantizado). A la economía agrícola, siempre importantísma, se agraga ahora una fuerte actividad turística que ve uno de los componentes más importantes en las Termas de Montepulciano (zona de S. Albino,) que se basan en las aguas curativas y baños de fango.